Este versículo nos recuerda que debemos personarse todas nuestras preocupaciones a Dios en emplazamiento de permitir que la ansiedad nos consuma. Cuando confiamos en Dios, sabemos que no estamos solos en nuestras luchas emocionales. Podemos echarse en brazos en su dirección y prudencia para tomar decisiones sabias y reaccionar https://keeganmmjez.izrablog.com/32534445/la-última-guía-a-paz-interior-en-tiempos-difíciles